Las compañías españolas han sabido encontrar los rincones del mundo donde la economía todavía crece a un ritmo de dos dígitos y los consumidores ansian marcas occidentales. Los mercados del Golfo Pérsico, como Emiratos Árabes, Catar e Irak, se han convertido en una de las nuevas mecas del tejido empresarial español. Siempre de la mano de socios locales, ya se han hecho un hueco, principalmente en los sectores del retail, la construcción y la consultoría.
La marca España está en horas bajas en el mundo financiero, económico y político, pero funciona muy bien en otros sectores, como el de la moda. Avaladas por el éxito de la multinacional gallega Inditex, otras firmas han seguido su estela y se han implantado en los emiratos. Los países del Golfo cuentan con importantes grupos de retail que quieren implantar las grandes marcas internacionales en sus países.
Tras la pista de Zara y Mango
Zara y Mango fueron las primeras en entrar. La firma de Inditex lo hizo de la mano de un único socio local para abrir todas las franquicias de la zona, mientras que Mango escogió a un socio distinto para cada país. Shana, siguiendo la estrategia de Inditex, ha firmado una alianza con el gigante árabe del retail Al Mana, el mismo que ha abierto en los países árabes las tiendas de Hermès, Woman Secret y Benetton, para todos los países de la zona.
Las compañías de moda nupcial Pronovias y Rosa Clarà también han encontrado un filón en estos mercados, al no existir prácticamente competencia y donde las novias utilizan varios vestidos para una misma boda. El director de la consultora Retalent, Luis Lara, explica que los ciudadanos de estos países viajaban al extranjero para confeccionar sus vestidos de novia o encontraban producto de muy mala calidad, en su mayoría procedente de China. Pronovias tiene tiendas en Dubai, Kuwait, Catar y Arabia Saudí; y Rosa Clará, que tiene presencia en Jedá, Riad y Bahrein, ultima futuras aperturas en Kuwait, Dubai y Catar.
La principal referencia del consumidor de estos países es Londres; lo que triunfe allí lo quieren en el Golfo. Los ciudadanos son muy cosmopolitas, han viajado, conocen las marcas de lujo y saben lo que quieren. Su actividad de ocio preferida es la visita a los centros comerciales, por lo que los grupos deben tener presencia en el mayor número de complejos posible.
La restauración también es importante, siempre que aporte algún hecho diferencial. La cadena de helados Farggi firmó el año pasado un acuerdo de máster franquicia con el hólding catarí Ibin Ajayan Trading Group y se halla en pleno proceso de expansión en Emiratos Árabes, Kuwait y Arabia Saudí. Su objetivo es llegar a 40 heladerías en Oriente Medio.
Según Luis Lara, todavía existe una oportunidad para las marcas de cosmética y cuidado de la piel y para firmas de calzado y accesorios, las partes más visibles de las mujeres árabes. La compañía de cosmética Natura Bissé acaba de abrir una filial en Dubai, desde donde distribuirá a los países vecinos.
Las consultoras españolas también están firmemente establecidas en el Golfo, al igual que las firmas de arquitectura y algunos bufetes de abogados. La lista es interminable: St Corporation, Corporate Bonanza, Euroestudios, Neoris, Typsa, Harmonia Group, Palladium, Valor, Feed Back Service, Cátenon, Prointec, Capital Partners, Europraxis, Delta Partners, Avertia, Cuatrecasas, Gop, Thinkwell, Arqtel y La Casa.
El boom de las infraestructuras
Las constructoras e ingenierías también han encontrado en los Emiratos Árabes el auge de la construcción que perdieron en España. Fergo Aisa acaba de constituir una filial en Dubai junto con una sociedad propiedad de la familia real para presentarse a los concursos de las infraestructuras públicas. FCC se asoció con Commodore Contracting para pujar también por estas infraestructuras. Sener y el consorcio en el que participan Abengoa y Total construyen plantas termosolares en el Golfo, mientras que Técnicas Reunidas se ha adjudicado un contrato por las intalaciones de recolección de gas.
La productora Mediapro tiene una delegación en Doha, donde trabajan noventa personas que se encargan de trabajos de producción, principalmente de eventos deportivos.
En el sentido contrario, algunas empresas españolas con necesidad de financiación, han encontrado en países como Catar un balón de oxígeno. Es el caso del FC Barcelona, que ingresará 150 millones en los próximos cinco años por lucir el logo de Qatar Foundation en su camiseta. Y Spanair, que negocia la entrada de Qatar Airways en su capital.